Fanatec ClubSport Steering Wheel NASCAR V2 : Test & Avis | Ce qu’il vaut vraiment en 2025
Fanatec ClubSport Steering Wheel NASCAR V2 : Mon avis en bref
Este volante me dio una impresión real de control y consistencia en el óvalo, con una sensación muy clara de agarre y transferencias de carga. Sobre todo, tiene sentido para los pilotos de sim racers ya equipados con Fanatec, que corren regularmente en NASCAR y stock cars. Como rueda especializada, es una inversión que merece la pena, pero no es ideal como única rueda polivalente.
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Fanatec ClubSport Volante NASCAR V2: mi opinión después de usarlo
El volante ClubSport NASCAR V2 se posiciona como un volante de "carreras ovaladas" orientado a los coches de serie, diseñado para acompañar a las bases Fanatec Direct Drive o ClubSport. Está en la liga de los volantes específicos, más avanzados que un GT clásico, pero sin entrar en el frenesí ultraexótico reservado a unos pocos entusiastas.
Sobre el papel, promete tres cosas en particular: una forma típica de NASCAR, la robustez de un volante de carreras real y una integración muy limpia en el ecosistema Fanatec. Es atractivo porque es uno de esos volantes "plug and race" que dan la impresión de tener en las manos una pieza real de coche de carreras, sin tener que improvisar un adaptador ni pasar por marcas exóticas.
Mi punto de vista es simple: ¿este volante realmente añade sensación, precisión y confort a las largas sesiones, o es sólo una "piel" NASCAR sobre una base ClubSport ya conocida? Y, sobre todo, ¿merece la pena elegirlo en lugar de un volante más versátil si no conduces exclusivamente óvalos o stock cars?
Voy a concentrarme en lo que realmente cuenta en el uso: fabricación, ergonomía, sensación en el juego y coherencia en una configuración completa de Fanatec.
Diseño y fabricación: un auténtico aspecto de coche de serie
En la mano, el volante ClubSport NASCAR V2 da inmediatamente una impresión de densidad. Se nota que no se trata de un volante básico: el aro es rígido, la estructura no tiembla cuando se la fuerza con un fuerte Direct Drive. Tiene un tacto de "bloque" tranquilizador, sin crujidos parásitos ni flexiones exageradas.
La típica forma ovalada/redonda, con un diámetro generoso, recuerda al volante de un coche de serie. El puño es ancho y bastante grueso, con una empuñadura recubierta de alcántara o cuero (según la versión) que se agarra bien tanto con guantes como con las manos desnudas. La textura da una sensación real de control: sabes exactamente dónde están tus manos, y la rotación es natural, especialmente para correcciones rápidas a la salida de las curvas.
En general, el acabado es muy limpio: costuras limpias, materiales bien ajustados, QR robusto. Los botones y el D-pad encajan limpiamente, sin excesiva holgura. Parece un producto diseñado para soportar cientos de horas de uso. Estamos claramente un corte por encima de los volantes de plástico de gamas inferiores, y se nota nada más cogerlo.
Hay dos puntos en los que puede resultar un poco decepcionante. En primer lugar, el diseño está muy orientado a NASCAR / óvalo, y por lo tanto menos versátil que un volante GT con más controles frontales. En segundo lugar, algunos encontrarán que el número de botones y la disposición siguen siendo bastante "sobrios" para el precio, especialmente si se comparan con volantes más recargados de la gama Fanatec o con algunos volantes de terceros.
En comparación con otras llantas Fanatec ClubSport o Podium, estamos claramente en la misma familia de calidad: rígida, limpia y consistente. No es la más lujosa ni la más llena de prestaciones, pero para la función a la que está destinada, la calidad general está a la altura.
Ajustes, personalización y compatibilidad
En términos de configuración, el volante ClubSport NASCAR V2 se beneficia directamente del ecosistema Fanatec. Se accede a los menús de configuración a través del controlador del PC y de la pantalla base (o incluso del volante, según la combinación). Existen los perfiles habituales, ajustes de sensibilidad, diferentes niveles de fuerza, filtros, amortiguación y otros ajustes finos.
La verdadera personalización no procede tanto del volante en sí como de la base a la que se conecta. El volante se limita a proporcionar los botones, el D-pad y las levas traseras, pero toda la magia está en la base FFB. En la práctica, es fácil tener un perfil "NASCAR / óvalo" dedicado y otro "multiclase / GT" y hacer malabarismos entre ellos sin perderse en los menús. Una vez que has encontrado tu configuración, apenas necesitas hacer cambios.
La curva de aprendizaje es razonable: si ya estás familiarizado con el entorno Fanatec, te orientarás en pocos minutos. Si eres nuevo en la marca, necesitarás un poco de tiempo para familiarizarte con los ajustes más finos, pero este volante no añade ninguna complejidad particular. Su forma más bien sencilla ayuda incluso a concentrarse más en la conducción que en los botones.
En cuanto a la compatibilidad, funciona de la manera habitual de Fanatec: compatible con PC con las bases recientes de la marca, y compatible con consola dependiendo de la base utilizada. El volante en sí no es el factor limitante; es la base la que dicta la compatibilidad. En este punto, no hay sorpresas desagradables siempre que te mantengas dentro del ecosistema Fanatec.
En cuanto a la posibilidad de actualización, lo veo más como un volante especializado para complementar una configuración existente que como un punto de entrada único. En una primera instalación, es jugable si te gusta la NASCAR / óvalos, pero será mucho más interesante como "segundo volante" junto a un GT o Fórmula más versátil. Por otro lado, una vez en tu colección, encaja muy bien y puedes conservarlo durante mucho tiempo como volante dedicado a un tipo específico de carreras.
Sensaciones en juego: lo que realmente importa
En la pista, este ClubSport NASCAR V2 adquiere otra dimensión. Lo primero que destaca es la forma en que transmite las fuerzas laterales en las curvas. Con su mayor diámetro y su típica forma ovalada, puedes sentir de forma natural la transferencia de carga cuando el coche entra en el peralte. Hay mucha palanca en los brazos, lo que hace que las correcciones sean más progresivas y menos "nerviosas" que con un volante pequeño de F1 o GT compacto.
La precisión de la respuesta de fuerza depende obviamente de la base. Pero la llanta no filtra excesivamente la información. Todo lo que envía la base llega bien a las manos: microdeslizamientos, momentos en los que la parte trasera empieza a moverse, ligeras pérdidas de agarre en la parte alta de la curva. Comprendes rápidamente lo que hace el coche. Eso es exactamente lo que buscamos cuando queremos conducir limpiamente en carreteras ovaladas, donde el control fino de la trayectoria marca la diferencia.
En las curvas, la forma del volante ayuda mucho a controlar la rotación. No estás en un hiper-ángulo como en una configuración de derrape, pero tienes suficiente recorrido para coger el inicio de un derrape sin ser sorprendido. Las transiciones de derecha a izquierda siguen siendo fáciles de leer, incluso en las potentes bases Direct Drive, porque la llanta es rígida y no se deforma bajo carga.
En los vibradores, la respuesta es muy clara. Se sienten las vibraciones, pero el volante no se descontrola. El volante reproduce el relieve de la pista sin provocar golpes de raqueta innecesarios. Puedes ir por los límites del peralte, subir un poco por el borde y sentir exactamente hasta dónde empujar sin perder el tren trasero. Aquí es donde el volante muestra su equilibrio entre realismo y usabilidad.
En sesiones largas, la comodidad es de regular a muy buena, dependiendo de la base y del ajuste de la fuerza. El diámetro generoso y el grosor del aro limitan la fatiga de la mano, sobre todo con guantes. Sin guantes, el alcántara o el cuero pueden resultar un poco más exigentes con el tiempo, pero la forma sigue siendo agradable. No estás luchando contra el volante, estás trabajando con él. Es una verdadera ventaja para la resistencia en el óvalo o para las carreras de entrenamiento.
En correcciones rápidas, el gran punto fuerte de este volante es su control. Tienes suficiente palanca para alcanzar el sobreviraje sin entrar en pánico, manteniendo al mismo tiempo una buena velocidad de rotación. Con una base menos potente (como la Fanatec de entrada de gama), conservas esta sensación de control, aunque el FFB general sea menos detallado. Con una base más potente o un Direct Drive de gama alta, se gana en matices: pequeñas interrupciones en el agarre, textura del asfalto, variaciones en la carga de los neumáticos. El volante no empieza a vibrar porque sí, simplemente sigue lo que dice la base.
Comparado con un volante GT más compacto, este volante es un poco menos versátil en un circuito de carretera tradicional, pero por otro lado proporciona una estabilidad y una respuesta de manejo perfectas para el óvalo. Tienes la impresión de que puedes "sujetar" mejor el coche en el peralte, de que puedes mantenerte al límite confiando realmente en tus manos. Cuando todo está bien ajustado, es casi adictivo.
¿A quién va dirigido? Lo que nos gusta, lo que no nos gusta
Veo claramente este ClubSport Steering Wheel NASCAR V2 como un volante diseñado principalmente para corredores de simulación de nivel intermedio a experimentado, ya establecidos en el ecosistema Fanatec y atraídos por la NASCAR, las carreras en óvalos y de stock cars en general. En un PC, realmente destaca con un buen Direct Drive, donde puedes explotar al máximo los matices del FFB. En consolas, sigue siendo perfectamente utilizable siempre que tengas una base compatible, pero puede resultar un poco "sobrecualificado" si la física o los ajustes del juego son limitados.
Lo que realmente me gusta es la sensación de solidez y control. La construcción te da confianza, la rigidez de la llanta te permite transmitir fielmente lo que envía la base, y el diámetro/forma adaptado al óvalo realmente cambia la sensación en comparación con una rueda más genérica. La legibilidad del agarre y la transferencia de carga son excelentes para este tipo de conducción. Realmente puedes conducir 'por sensaciones' y eso es muy satisfactorio.
Otro punto positivo es su perfecta integración en el ecosistema Fanatec. Basta con conectarlo, configurar uno o dos perfiles y listo. Sin retoques, sin compatibilidad dudosa, sin adaptadores externos con los que lidiar. Para alguien que quiera un volante NASCAR listo para usar, esta simplicidad tiene un valor real.
Por otro lado, sus limitaciones son bastante claras. En primer lugar, el perfil altamente especializado: si conduce principalmente coches GT, de rally o de resistencia en circuitos de carretera, no será la elección más lógica como volante principal. En segundo lugar, la relación "número de funciones/precio" puede echar para atrás a algunas personas: por una inversión de este nivel, algunos competidores o incluso otros volantes Fanatec ofrecen más botones, botones giratorios o funciones avanzadas. Por último, el material de agarre (especialmente alcántara) requiere un mínimo de cuidado e, idealmente, guantes, ya que de lo contrario el desgaste se producirá más rápidamente.
En términos de valor percibido, este producto se posiciona claramente como una inversión "pasión" en lugar de una compra racional de configuración por primera vez. Si buscas un setup serio y consistente orientado a NASCAR/oval, el ticket de entrada está justificado. Si buscas un volante polivalente que te sirva para todo, quizá encuentres algo más apropiado por el mismo presupuesto.
El veredicto: ¿en qué punto se encuentra realmente la NASCAR V2?
El Fanatec ClubSport Volante NASCAR V2 no transforma un setup de arriba abajo, pero sí cambia la forma de afrontar la NASCAR y los óvalos. Aporta ergonomía y una sensación acorde con este tipo de disciplina, lo que se traduce en más control, más confianza y una lectura muy natural del comportamiento del coche.
En el mercado, se sitúa claramente en la gama media/alta especializada. No es ni un producto ultra-premium repleto de prestaciones, ni una llanta básica barata. Se trata de una llanta específica y robusta, diseñada para quienes saben lo que quieren y ya están comprometidos con el ecosistema Fanatec.
Lo recomendaría sobre todo a pilotos intermedios o avanzados que compitan habitualmente en NASCAR, óvalos o stock cars, en un PC o consola con una base compatible, y que vean su configuración como una unidad modular con varios volantes dedicados. Para un completo principiante o alguien que busque un único volante polivalente, hay alternativas más lógicas.
Si estás buscando darle un verdadero carácter NASCAR a tu configuración Fanatec, con un volante sólido, preciso y consistente para el óvalo, este producto puede marcar claramente la diferencia en tu configuración.

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